Es con gran pesar que anunciamos el fallecimiento del supervisor general emérito, Fred S. Fisher, padre (2000-2006). El obispo Fisher fue nombrado supervisor general en la 91a Asamblea Internacional de la iglesia, en el 2000. En aquel entonces, él expresó una carga ardiente por ver más iglesias locales grandes y vibrantes, y un crecimiento general nuevo en todo Estados Unidos y el mundo. Al hablar de la iglesia, dijo que “esta es una embarcación inclusivista” y que el cambio a su liderazgo era como “un recodo del río”. “Nuestros métodos han cambiado”, dijo él, “pero el mensaje continúa siendo el mismo: Jesús salva, Jesús salva”.
El obispo Fisher nació el 13 de octubre de 1934 en Nashville, Tennessee. A los dieciséis años comenzó a predicar y servir a la iglesia a nivel local, estatal e internacional. Al tiempo de su nombramiento, servía a la iglesia en una nueva posición que había sido creada —la de presbítero general de Norteamérica, y ahí estuvo por solo dos años.
El obispo Fisher impactó generaciones debido a su interés y apoyo constante hacia los niños y jóvenes. Su instinto paternal, interés y cuidado, y frecuentes expresiones de afecto a los de las oficinas internacionales y de todas partes fueron parte de cada mensaje que presentó en las Asambleas. El obispo Fisher entregó su cargo el 30 de septiembre de 2006, en el 57o año de su ministerio. Tras entregar su cargo, se convirtió en el primer supervisor general en aceptar el pastorado, sirviendo en la Iglesia de Dios de la Profecía en Clemson, Carolina del Sur.
Le pedimos que se una a nosotros en oración por la esposa del obispo Fisher, Betty, su hija, Vonnie y por toda la familia. Lamentamos la pérdida de un gigante en nuestro movimiento, pero nos regocijamos que ha llegado a su hogar.
Fuente:
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