Es con profundo pesar que compartimos la noticia del fallecimiento de Kelly Moore Coalter, quien pasó a morar con el Señor después de una corta, pero llena de fe, batalla contra el cáncer. Nuestros corazones están llenos de tristeza, sin embargo, podemos encontrar consuelo en la esperanza del cielo y la presencia del Espíritu Santo.
Todo aquel bendecido por haber conocido a Kelly fue testigo de su amor contagioso por la vida, la risa y el Señor. Ella reflejó el corazón de Dios por la manera en que amó, animó y gozosamente sirvió a otros como esposa, madre, amiga, y compañera en el ministerio del obispo principal Tim Coalter.
Kelly fue diagnosticada con una forma agresiva de cáncer en agosto del año pasado. Desde entonces, ha estado recibiendo tratamiento y luchando contra esta enfermedad con fe y determinación.
En los últimos días, su estado ha empeorado rápida y significativamente. A principios de esta semana, fue internada en la unidad de cuidado intensivo. El jueves por la tarde, a petición suya, Kelly regresó a su casa para recibir cuidados paliativos, ya que ha quedado claro que se encuentra en una fase de transición.
El obispo Coalter expresa su mayor agradecimiento por las oraciones de todos los que han estado orando y por el apoyo que han recibido él y Kelly en los últimos meses. Pide nuestras disculpas, puesto que no responderá a muchas llamadas, textos, mensajes o correos electrónicos en los próximos días.
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