Billy Hallowell, un periodista de la CBN publicó en Facebook el 2 de abril una de las frases más importantes del cristianismo, «Jesús murió para que tú pudieras vivir». El post no decía nada más, ni contenía imágenes o fotos. Simplemente fue proclamado en su red social tras la Semana Santa.
A las pocas horas de publicarlo, la red social lo despublicó y asoció un mensaje para explicar los motivos. Desde hace años, Facebook tiene estandarizados todos estos procedimientos y es imposible un trato personal ni es posible ponerse en contacto con una persona de algún centro de ayuda para contar un caso de manera directa.
Hallowell compartió toda la cadena de lamentables sucesos y censura que Facebook aplicó a sus palabras. En primer lugar, las explicaciones de la red social donde avisaban de la eliminación y explicaban que se debía a que «el contenido atenta contra la comunidad por un discurso de odio» y avisó de que «tenemos estos estándares con respecto al discurso de odio para garantizar que todos se sientan seguros, respetados y bienvenidos».
«Jesús murió para que tú pudieras vivir», es, para Facebook, discurso de odio. Una frase impropia que debe ser eliminada porque hace daño a otras personas. La misma red social que se encuentra en un litigio histórico por albergar contenido terrorista, asegura que el credo cristiano no tiene espacio en su red.
Hallowell apeló la condena a su post y, días después, Facebook respondió asegurando de nuevo que «No podemos mostrar contenido que contradiga los estándares de nuestra comunidad con respecto al discurso de odio».
El paso que ha dado Facebook contra la fe cristiana excede de su labor de control a publicaciones que sí puedan provocar odio. Se podría entender que las palabras ‘Jesús’ y ‘muerte’ puedan poner en alerta al algoritmo en un primer análisis, pero una vez que se apela la decisión y la respuesta, probablemente de un empleado de la compañía, insista en ofender uno de los grandes dogmas del cristianismo es un ultraje a esta religión.
Fuente: El debate.com